viernes, 25 de septiembre de 2015

Pechugas de pollo rellenas.




Necesitamos por persona:

Un fitete de pollo o de pavo.
Una zanahoria.
Dos pimientos del piquillo, de bote.
Pimienta.
½ vaso de vino blanco.
Una cucharilla de café de Maicena.
Y, como siempre, aceite y sal.

Pelar las zanahorias, quitando los extremos y cocerlas en agua hirviendo con sal durante 2 ó 3 minutos, solamente para que ablanden un poco, terminarán de hacerse después. Dejar enfriar.

Abrir la pechuga de pollo en un filete, lo más fino y grande posible (lo puede hacer el carnicero). Ponerlo en la tabla y salpimentarlo.

Abrir los pimientos del piquillo, quitarles las semillas que tengan y partirlos en cuatro trozos.

Poner sobre la pechuga los trozos de pimiento y la zanahoria blanqueada. Enrollar y sujetar con un palillo.


En una cazuela, baja y amplia, poner 2 ó 3 cucharadas de aceite y freír los rollos por todos los lados.

Cuando están dorados añadir medio vaso de vino blanco, dejar que se evapore el alcohol, agregar un poco de agua o caldo (no mucho) y dejar cocer a fuego lento unos 10 minutos.

Si os parece que la salsa está muy ligera, sacáis los rollos y añadís una cucharilla de Maicena disuelta en agua y dejáis hervir unos minutos: quedará una salsa espesita y brillante.



Servir con lo que más os guste: patatas fritas, arroz blanco, pasta, ensalada, setas o champiñones… admiten muchas compañías.
 


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