miércoles, 31 de mayo de 2017

Espárragos rellenos de langostinos.









                         Un entrante ligero con un sabor muy delicado y suave. 


Necesitamos:
2 espárragos blancos por persona. Pueden ser en conserva.
Para la bechamel: harina, leche y langostinos.

Empezamos pelando los langostinos y picándolos a cuchillo muy menudos.

Sí los espárragos son frescos tenemos que pelarlos y cocerlos, en agua hirviendo con sal hasta que estén tiernos. Los dejamos enfriar.

Sí son en conserva los sacamos del líquido y los ponemos en un colador grande o sobre una rejilla para que pierdan humedad. (Poned un plato debajo porque pierden bastante agua).

Vamos a hacer una bechamel con los langostinos.

Ponemos un poco de aceite, 2 cucharadas, en una sartén y añadimos una cucharada de harina; sofreímos para que la harina pierda su sabor a crudo y agregamos los langostinos; vamos poniendo leche, salamos y cocemos la bechamel.

Cuando esté espesa, como para croquetas, la sacamos y la dejamos templar, no enfriar, solamente que pierda un poco de temperatura. 

Abrimos los espárragos a lo largo, sin llegar a fondo, y vamos rellenando con la bechamel de langostinos.

Creo que hay que tomarlos a temperatura ambiente.




Hace tiempo hice otros espárragos con bechamel y queso con otra presentación; creo que ésta también puedes presentarla así. El sabor,por supuesto,sería igualmente magnífico.

viernes, 26 de mayo de 2017

Albóndigas con quinua (quinoa).






Quinua, carne de ternera, zanahoria… todos ingredientes muy, muy saludables. Y todos junto y en un plato sabroso todavía más.

Os animo a que probéis esta receta incluso los que no seáis unos entusiastas de la quinua: dentro de las albóndigas no aportan mucho sabor pero si muchos nutrientes esenciales para nuestro organismo.



Necesitamos para 12 albóndigas:

Quinua,50 g.
Carne picada de ternera, 400g.
1 ó 2 cebollas, dependiendo del tamaño.
Zanahorias, 3 ó 4.
Vino blanco.
Aceite de oliva, sal, pimienta negra y 1 hoja de laurel.

Empezamos con la quinua porque necesitamos que esté fría cuando la vayamos a juntar con la carne.

La ponemos en un colador grande y, debajo del grifo, la lavamos bien durante 2 ó 3 minutos.

Ponemos agua a hervir con sal y cocemos la quinua durante 15/16 minutos: se ve cuando está porque los granos se abren. Escurrimos y dejamos enfriar.








Mientras picamos menuda la cebolla y la sofreímos despacio en 2 ó 3 cucharadas de aceite. Dejamos enfriar.

En cuanto a la carne picada compramos un trozo de buena carne de guisar y pedimos que nos la piquen en el momento.

La aderezamos con la quinua fría, la mitad de la cebolla, pimienta negra molida y sal.







Revolvemos bien y formamos las albóndigas. Las vamos poniendo en una fuente de horno, ligeramente pintada de aceite (usaremos la que nos sobré de sofreír la cebolla, que tiene saborcito). Las metemos en el horno a 180º durante 10 minutos.






Vamos preparando la salsa.

Pelamos y partimos las zanahorias; ponemos en una sartén la otra mitad de cebolla frita, la hoja de laurel y las zanahorias y, a fuego suave, dejamos que se vayan haciendo. Después de tres o cuatro minutos añadimos un poco de vino blanco, dejamos evaporar y ponemos agua; cocemos hasta que las zanahorias estén tiernas.

Cuando tengamos la salsa y las albóndigas juntamos los dos preparados y cocinamos en el horno unos 5 minutos más.


                                           ¡Y listo, a disfrutar!