Revuelto de champiñones al ajillo.

Los champiñones al ajillo, un poquito picantes, creo que es una de las tapas más tradicionales que se pueden tomar en los bares de casi cualquier sitio. 

Hacerlos en casa es sencillo y convertirlos en un revuelto es muy fácil.

Necesitamos para dos:

1 bandeja de champiñones.

4 dientes de ajo.

2 guindillas cayena (si os gustan picantes).

Perejil (yo no se lo puse porque ...no tenía).

Aceite de oliva.

Sal.

4 huevos. 

Empezamos con los champiñones. Lo primero será  cortarles el pie. Después con un paño, o con papel de cocina, húmedo los limpiamos. Nunca deben mojarse, empapan el agua y pierden mucho sabor.

Los partimos en cuatro o en seis dependiendo del tamaño.

Pelamos y picamos muy menudos los dientes de ajo y en una sartén con un poco de aceite de oliva los vamos friendo. Si vais a poner las guindillas este es el momento (yo las pongo enteras para después sacarlas) Una vez dorados los ajos, añadimos los champiñones y ponemos sal.

Dejamos que se vayan cocinando a fuego medio hasta que pierdan el agua, entre 10 y 15 minutos, depende del tamaño al que los hallamos partido. Espolvoreamos perejil picado por encima. 

Ya tenemos los champiñones al ajillo. Ahora vamos a hacer el revuelto.

Es muy fácil y rápido: cascáis los huevos encima de los champiñones, añadís un poco de sal y dejáis que se cuajen un poco las claras; cunado las claras están rompéis las yemas para que se cuajen solo lo justo, sino nos puede quedar un poco seco (esto va en gustos, hay a quién le gusta más o menos hecho).

                                                   

                                                                              ¡Y listo!

Galletas de limón.

                              Estas galletas son de limón y ¡saben a limón!

Necesitamos para unas 18 galletas:

• 80 ml de zumo de limón.
• 100 ml de aceite de girasol o de oliva suave.
• 100 gramos de azúcar, separamos tres cucharadas para rebozar las galletas.
• 250g de harina.
• ½ sobre de levadura.
• La ralladura de dos limones.

Empezamos poniendo en un bol el zumo de limón, el aceite, la ralladura y el azúcar y batimos para integrar todo.

Vamos añadiendo harina y mezclando hasta que tengamos una masa, uniforme y con todos los ingredientes bien integrados. 

Hacemos una bola y la dejamos reposar 30 minutos.

Pasado este tiempo, cogemos porciones de masa del tamaño que queráis hacer las galletas, hacemos bolas y las aplastamos ligeramente para darles forma de disco.

Rebozamos uno de los lados de las galletas en azúcar y vamos colocándolas  (con la parte azucarada hacia arriba) sobre una bandeja de horno cubierta con papel de horno. 

Metemos en el horno, precalentado a 180 grados con calor arriba y abajo y horneamos durante 20/25 minutos dependiendo del horno y del tamaño, hasta que se doren.

Cuando estén, las sacamos y las dejamos reposar dos minutos sobre la misma bandeja. Después, las pasamos a una rejilla para que se enfríen totalmente. 

  

                                                                     ¡Y listo!

Sé que esta receta la vi en un blog y la copié (después la he hecho con alguna variación) pero, como ya me ha pasado en otras ocasiones no anoté que blog era: si alguien la reconoce como suya, por favor que me lo diga y estaré encantada de poner el enlace.